El brassiere de las mujeres recibió numerosas innovaciones

El brassiere de las mujeres recibió numerosas innovaciones en su más de cien años de existencia lo cual certifica  esa afirmación de que no hay barreras para las ideas, ni limites que impidan desarrollar más una iniciativa rentable siempre y cuando los emprendedores hagan funcionar esa energía vital que impulsa el pensamiento llamada imaginación, carretera por donde transitan los sueños, los cuales rubricó Walt Disney como posibles en su memorable frase de que “si lo puedes soñar, lo puedes hacer”. Y esa inagotable e inquieta imaginación humana transformó  de manera gradual a esta importante prenda femenina interior.

El  brassiere, sujetador, ajustador  como llaman a uno de los más populares artículos de vestir femenino, tiene detrás de su longeva historia una serie de innovaciones que pensaron diferentes personas y todas fueron provechosas. Muchos historiadores afirman que la francesa Hermine Cadolle diseñó en 1889 el primer modelo creado a base de dos pañuelos blancos con un trozo de cinta rosa que los sujetaba en el centro. Fue la primer prenda para sostener los pechos femeninos apoyado por los hombros y  su creadora llamó «le bien-étre» bienestar.

Sin embargo los honores del invento recayeron en la estadounidense Mary Phelps Jacobs, quien consiguió la patente en 1914 bajo el nombre de “backless brassiere” (corsé sin espalda). Su imaginación posibilitó que cuando compró un vestido escotado para una fiesta buscara la forma de guardar sus encantos. Tomó dos pañuelos de seda, un pedazo de cordel, un listón y diseñó un sostén ligero y cómodo. Fue tal el éxito, que pronto empezó a recibir pedidos de amigas y familiares.

Sin embargo, lo que parecía un perfecto negocio,  no lo fue para ella. Su empresa, “Fashion Form Brassiere Company” no registró grandes ganancias y eso hizo que vendiera por 1.500 dólares a  la Warner Brothers Corset Company de Bridgeport  los derechos de su patente. La llegada de la primera guerra mundial provocó una repentina alza del sujetador, ya que  la industria armamentista necesitó el metal que envolvía los pesados corsés. Aseguran algunas crónicas de la época que se recogieron 28 mil toneladas de acero en ese proceso

Poco tiempo después Olivia Flint le agregó una mejoría a la prenda al mantener cada seno en una bolsa de la tela y sostenerlos por gruesos tirantes,  que adornados con encajes le daba un aspecto más estético. Posteriormente Charles Moorehouse ideó inflar  los sostenedores con copas de hule rellenos de aire para agrandar los senos.Otra mujer llamada Ida Rosenthal tuvo otra brillante idea con el “brassiere”. Ella en 1928 funda una compañía que llamó MaidenForm donde  fabricó los primeros sujetadores por tallas en las copas y los identificó  por las letras del alfabeto: A, B, C y D.

La fibra sintética en 1939  permitió otro salto hacia delante en la espiral del desarrollo del sujetador .Cada día al viejo invento le agregan innovaciones que representan más beneficios para quienes lo hacen. De esa manera el “brassiere” existe en todo tipo de telas, tamaños y colores. Sin tiras, con tiras cruzadas o paralelas. Helados para tonificar, con anillos metálicos, unos para agrandar el busto, otros para reducirlo; para cubrir toda la mama o media copa para lucir el escote. Con broche atrás, adelante o al costado y hasta sin gancho. El avance tecnológico hace realidad sujetadores inteligentes, como el “numetrex”,  con una válvula que toma el pulso de los latidos del corazón, o el “night bra”,  el cual previene las arrugas del escote.

Vale la pena recalcar que de una aparente idea tonta que surgió de una muchacha agobiada por un vestido muy escotado nació un negocio que no fue llevado al máximo en las ganancias por la persona que lo patentó, pero sin embargo llenó los bolsillos de sus siguientes modificadores. Eso arroja diferentes moralejas para quienes se lanzan al mundo del emprendimiento. Uno que no importa la idea de negocios que tenga, siempre puede representar un hito en su vida; dos que no siempre poseer la idea del negocio garantiza el éxito, sino sabe cómo desarrollarlo; tres no importa cuál es el modelo de negocio, ni si lleva mucho tiempo, siempre usted puede encontrarle una manera de sacarle beneficios de hallar una idea aplicable