Negatividad puede ser contagiosa.

Alguien tiene gripe y usted se aparta para no enfermarse, pero si le dijera que debe hacer lo mismo con las personas negativas no lo considere una exageración, porque investigaciones y experimentos realizados demuestran que la negatividad puede ser contagiosa y lo menos deseado por un emprendedor es que esa emoción destruya su optimismo por triunfar.

Alguien tiene gripe y usted se aparta para no enfermarse, pero si le dijera que debe hacer lo mismo con las personas negativas no lo considere una exageración, porque  investigaciones y experimentos realizados  demuestran que la negatividad puede ser contagiosa y lo menos deseado por un emprendedor es que esa emoción destruya su optimismo por triunfar.

El sicólogo estadounidense Daniel Goleman, quien alcanzó fama en 1995  por su libro “Inteligencia emocional,” en su segunda entrega, “Inteligencia social” reveló una serie de pruebas sobre el contagio emocional. En uno de esos estudios, dos  actores profesionales aparentaron ser empleados en diferentes equipos de una empresa. Uno tenía el rol de ser negativo y pesimista y el  otro optimista y positivo. Encontraron que en los grupos del actor con rol negativo el ambiente terminó siendo negativo. Y en los grupos donde se actuaba de forma positiva el ambiente terminó siendo positivo.

Otro sondeo con 272 ejecutivos indicó que los más positivos se desempeñaban mejor y llegaban a puestos más altos en la empresa. El escritor y consultor, David Fischman asegura en una de sus columnas periodísticas: “Cuando estamos negativos, nos acercamos a todos y comentamos todo lo malo que vemos. Inconscientemente, contagiamos el virus de la negatividad, y las consecuencias pueden ser peores que las de un resfrío. Decenas de estudios demuestran que tener mala vibra, durante períodos prolongados, bajan nuestras defensas y nos hace vulnerables a todo tipo de enfermedades, inclusive al cáncer”

Una investigación de la Universidad de Notre Dame, ratificó este principio de la negatividad al revelar que las personas tienen, en determinados momentos de su vida, una vulnerabilidad cognitiva, ya que el entorno puede alterar su manera de percibir e interpretar las dificultades que se presentan, lo cual los lleva a tener emociones negativas. Por otro lado otros estudios hechos en la  misma universidad aseguran que las opiniones negativas influyen más sobre los demás, no sólo en cuanto a pensar que algo en lugar de ser bueno es malo, sino que algo visto como malo rápidamente pasa a ser considerado como peor.