Félix Ortiz, sin límites para la superación

  No hay límites cuando se tiene por dentro la llama de superación y el deseo de emprender como demuestra la vida de Felix Ortiz, quien comenzó como panadero en el portorriqueño pueblo de Toa Baja y gracias a sus deseos de crecer se hizo cocinero, luego chef y posteriormente ocupo la posición de gerente general de un restaurante para convertirse finalmente en dueño de ese mismo establecimiento, que hoy en día es uno de los mas exitosos en la localidad de Kissimmee, dentro de la ciudad de Orlando, enclavada en La Florida central,  para satisfacción de este hombre humilde y tenaz.

“Un amigo me dijo que aquí hacia falta un chef. Me presente para el puesto, pero el antiguo dueño no acepto mis condiciones salariales y de trabajo.   Seguí de chef en otro sitio, pero un tiempo después el hombre me llamo para decirme que estaba de acuerdo y así comenzó mi historia de emprendimiento en  “Three sister speakeasy”, dice sonriente el inquieto Ortiz, quien de manera disimulada mira por los alrededores del amplio local para comprobar si el trabajo dentro del restaurante comienza a fluir, ya que estamos cerca del horario del almuerzo.

El nombre del restaurante proviene cuando el alcohol era prohibido en los Estados Unidos  por los años 20 y Ruth, Dodie y Fannie, tres astutas hermanas, decidieron que esa censura no le impediría proseguir sus fiestas y quienes acudían a su sitio debían tocar tres veces la puerta y decir muy bajo un santo y seña  que decía: “ pastel de manzanas”, para poder ser admitidos. “Yo lo compre con este nombre y no pienso cambiarlo, porque hay una historia detrás que identifica al lugar”, dice sonriente el nuevo dueño.

  Ortiz lleva las riendas  del restaurante, “Tres hermanas que hablan suave”, desde hace dos años y el resultado es satisfactorio. “Vendemos 1.5 millones de dólares” y asegura que eso se debe a la calidad del servicio, los buenos precios y saber seleccionar un menú que a la gente le gusta, sin contar que trata de estar con los clientes y escuchar sus sugerencias. No olvida que esas son llaves importantes en la superación de sus metas.

“Mi experiencia como cocinero me ayuda a participar en la elaboración de la carta y que sea agradable y a un costo razonable”, afirma. El periódico local Orlando Sentinel certifica sus palabras con un reportaje publicado hace dos años en el que alabo la comida y los distintos platillos, entre ellos el sandwich Reuben. Dijo la publicación: “el servicio fue atento y hay un agradable ambiente de pueblo pequeño”.

Las palancas que movieron al restaurante a dar un paso mas adelante fueron ideas bien empleadas por el bisoño propietario gracias a su experiencia en todas las áreas durante los años de su carrera culinaria y fue re-diseñar la oferta gastronómica, mejorar la experiencia con el cliente al estar muy cerca de sus parroquianos, presentar ofertas, promociones y organizar eventos dirigidos a la comunidad, algunos comerciales, pero otros para ayudar a sus compatriotas, donde incluso dona su tiempo y dinero.

Ese quehacer directo con la comunidad lo condujo a  dar otro paso mas en la superación de su vida profesional  y aspirar a un puesto como comisionado en la alcaldía de Kissimmee . “No se si gane, pero mi intención es poder ayudar desde dentro a todos los miembros de la comunidad, afirmó. Ortiz  sigue su paso ascendente de éxito para orgullo de Toa Baja, un pueblo fundado por los españoles en 1745 y del cual uno de sus hijos es hoy un magnifico representante en Kissimmee donde habla tan suave y amistoso como las tres hermanas fundadoras de su actual local.