Conozca el porqué no invierten en su proyecto.

¿No saben porque no invierten en su proyecto? ¿Llevas varios meses intentando conseguir financiación para tu startup y no paras de recibir rechazos? Muchas star-up han vivido un «no» rotundo por parte de inversores tales como «todavía es demasiado pronto», «tu proyecto no encaja en lo que estamos buscando» o «es una gran idea, pero no es un buen momento».

La prueba de fuego que tienen que pasar los emprendedores frente a los posibles inversionistas los lleva, en ocasiones, a cometer errores como ocultar información o exagerar las cifras. Con ellas, más que conseguir la inversión para su proyecto, muchas terminan por sepultarlo.

Entre las principales causas por las que los inversores no invierten en una startup son:

1. Tu plan de negocio es débil.

Revisa tu plan de negocio porque es posible que ahí esté el problema. Es muy importante tener en cuenta un buen estudio de mercado, cómo piensas monetizarlo, dar cifras realistas de previsión de ingresos y gastos…Si puedes, es preferible que un experto revise tu plan de negocio para mejorarlo.

2. No te diriges bien a los inversores.

Los inversores son figuras muy demandadas por startups. Son muchos los emprendedores que tienen ideas que creen brillantes y buscan financiación. No debes dar por hecho que disponen de tiempo para ti. Debes aprovechar el momento idóneo y personal para dirigirte a él. No cometas el error de escribirle en Linkedin con un «tengo una idea brillante, dime cuando te la cuento», porque se negarán a verte.

3. No te diriges a los inversores adecuados.

Antes de dar a conocer tu proyecto, investiga bien a cada inversor al que te dirijas. Es fundamental estudiar la lista de proyectos en los que han invertido y si tienen algo en común con el tuyo. Es mejor intentarlo con inversores que conozcan tu sector y suelan invertir en startups de ese tipo.

4. No confían en tu capacidad para liderar el proyecto.

Esta suele ser una de las principales razones por las que un inversor rechaza tu proyecto. Muchos no confían en los fundadores como líderes para llevar a buen puerto el negocio. Es posible que la idea les fascine, pero si creen que no tienes la suficiente capacidad para llevarlo al éxito (experiencia, habilidades, liderazgo, compromiso…) no invertirán en él. Los inversores no quieren perder tiempo en startups con fundadores al frente en los cuales no creen.

5. No confían en tu equipo.

Es posible que al inversor le guste tu idea y crean en tu capacidad de liderazgo pero no confíen en tu equipo. Poca experiencia, falta de habilidades o poca disposición a dedicar horas y tiempo… pueden hacer que no inviertan en tu proyecto. En ocasiones, proponen al fundador cambiar de equipo.

6. No te dejas aconsejar.

Tener una idea demasiado clara y una mente poco abierta a escuchar la visión o el consejo de otros no te beneficiará a la hora de conseguir financiación. Hay inversores que tienen experiencia en el sector y que pueden proporcionar una ayuda valiosa, pero no invertirán en ti si no estás dispuesto a escuchar y aceptar consejos.

Para ayudarte a evitar cometer errores o caer en mentiras que generan desconfianza te proponemos 8 frases que debes evitar cometer:

1. No tengo competencia.

Sé realista, y no sobrevalores tu proyecto o minimices otros, por muy innovador que sea.

2. Mis ventas son millonarias.

Es frecuente que los nuevos emprendedores sin estados financieros auditados tiendan a exagerar sus cifras. Asegurar ventas altas lo único que provoca es que los inversionistas presionen al emprendedor a alcanzar esas metas para justificar que la compañía vale lo que pagaron por ella. Es por ello que debes hacer una planificación adecuada.

3. Los riesgos son pequeños.

La única forma de conocer el riesgo es a partir de un análisis del entorno y llevar a cabo el proyecto. No debemos afirmar que la idea está probada, que el mercado es infinito y que la demanda crecerá, sin tener evidencias de ello.

4. Confío en mis números.

Un emprendedor toma decisiones a futuro y si esas proyecciones están mal planteadas, no sirven de nada. Lo idóneo es hacer un estudio de mercado y acercarse al consumidor para poder saber lo que demanda.

5. Otro fondo está interesado.

Este es un error muy común. Entre los inversionistas se conocen, se reúnen e incluso comparan proyectos.

6. Yo no alteré esos estados de cuenta.

Esto pasa mucho y los inversores tienen que ser perceptivos en el uso de los recursos, supervisarlos y administrarlos muy de cerca con los emprendedores.

7. Cuando entren los recursos haré un gran equipo.

Si las personas esperan la inversión para sumarse a un proyecto, dan el mensaje de que no creen en él.

8. Mi patente me traerá el éxito.

Las patentes no marcan el buen desempeño de una empresa, sí lo hacen la innovación, el valor agregado, el plan de negocio, la reacción de mercado e incluso, en muchas ocasiones, la suerte.

Los inversores por lo tanto son conscientes que invertir en una startup conlleva sus riesgos, y sólo pondrán su dinero si están convencidos de que:

  • Existe modelo de negocio: El inversor evaluará la ventaja competitiva o la propuesta única de valor. En decir, que el producto o servicio que ofrece la startup al mercado provoque que el consumidor/cliente apueste por él.
  • Es viable: Los costes de ponerlo en marcha y ejecutarlo no pueden ser superiores al margen que generará el proyecto en pleno rendimiento.
  • Es un proyecto invertible: generará ventas y beneficios suficientes para ser un gran negocio, ambicioso y con proyección. Nadie invierte en un proyecto que sólo es viable
  • Es escalable: Es un modelo que se exportar internacionalmente, sin grandes costes derivados. Debe existir la posibilidad de que el negocio pueda crecer a una velocidad razonablemente rápida.
  • El equipo tiene capacidad de desarrollar el producto o servicio. Es especialmente relevante cuando la base del mismo es tecnológica. A veces, no siempre se puede hacer lo que uno quiere, bien porque es caro o requiere más tiempo del previsto o simplemente se hace mal y, por tanto, gasta tiempo y dinero invertido.
  • El equipo puede ejecutar todo el proyecto y hacerlo escalar. Es imprescindible que el líder sea capaz de gestionar el grupo, y atraer y retener al equipo adecuado. Ha de ser capaz de tomar decisiones, aceptando equivocarse o acertar, explotar al máximo los aciertos y rectificar rápido cuando se equivoque, reconociendo el error como primer paso.
  • La rentabilidad esperada compensa el gran riesgo que corre. Para ello, el inversor contemplará el porcentaje que obtiene con su inversión, el posible precio de salida de la operación, la perspectiva de tiempo para poder salir y las ampliaciones de capital que habrá que hacer por el camino que implicarán dilución de su participación.

Al final lo que mueve a alguien a invertir en una startup es el deseo y la confianza de ganar dinero, asumiendo un enorme riesgo e incertidumbre. Si quieres conseguir capital para tu proyecto, ya sabes qué errores no debes cometer y las incógnitas que debes despejar.  TOMADO DE  WOMENALIA. Cristina Ureña. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Comunicación Política y Empresarial por la Universidad Camilo José Cela.