El valor estratégico de la calidad.

El valor estratégico  de la calidad es la mejor ganancia que puede reservarse el emprendedor de un negocio pequeño y tal vez la pregunta que les ronde por la mente a todos los emprendedores es como conseguir esa indispensable calidad que ayude a elevar los ingresos y haga mas prospera la gestión para esos emprendedores que no tienen metodología para ofrecer sus servicios o productos.

Por eso trataremos de ayudarlos con algunas recomendaciones para que aumenten esa estrategia, un aspecto crucial en el desarrollo de su negocio. La primera pregunta que deben hacerse es: ¿cómo me ve mis potenciales clientes, que ocurre cuando nos compra o paga por primera vez que prueba la calidad de mi trabajo en una sola transacción?

La respuesta de esa pregunta se encuentra en un detalle importante y es si ese cliente regresa de nuevo o recomienda nuestro producto o trabajo.  Si consiguió el retorno o la recomendación del cliente, significa que certificó su trabajo y lo considera con la calidad suficiente.

Ahora, cuando ese cliente no regresa y vemos que no hay referencias de nuestro trabajo entre clientes atendidos, tenemos que llegar a la conclusión de que nuestro servicio o producto es malo y es necesario hacer cambios. Lo primero que debe hacer es definir que hace mal, que aspecto de su trabajo en realidad no tiene la calidad necesaria, por lo tanto necesita crear un mecanismo que la entregue  de la forma más consistente posible

Un buen gerente o administrador es aquel que entiende la variación de sus procesos y sabe que decisiones tomar. Lo único que falta es crear la organización que entregue esa calidad (lo que el cliente pidió) de la forma más consistente posible. Si aspira a crecer no puede darse el lujo de vivir con errores, defectos. Los defectos no son gratuitos, sino que hacen que nuestro costo aumente.

Un servicio confiable reduce los costos, por otra parte las demoras y errores aumentan los costos. Recuerde que la calidad no se logra mediante la inspección, sino gracias al mejoramiento de su proceso laboral y en el caso de los servicios lo reciben de manera directa los clientes.

Muchas veces en aras de bajar sus costos deciden comprar materia prima de baja calidad, lo que conduce a suministrar productos de baja calidad en el proceso final. No se pueden olvidar una máxima importante: “la buena calidad engendra buena calidad”

En la filosofía de su pequeña empresa debe mantener estándares como piedra angular para su crecimiento y no solo lo mire como un punto para la mejora de su producto o servicio, sino como su estrategia principal. Sobre la calidad podemos resumir entonces que no se produce, ni se inspecciona, ni controla, nace con el tiempo y se demuestra con la duración, en su propio origen. Lo cual conlleva a  más calidad de la organización que por tanto nos ayuda a competir con calidad y aumenta también nuestra productividad, lo cual ayudará a ofrecer un producto y servicio con óptima calidad.

Redefina su concepto de calidad, devuélvala su valor estratégico y prepare su pequeño negocio para grandes cosas, su cliente y usted se lo merecen.