Seinuk, el cubano de los rascacielos.

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Ysrael Seinuk, el cubano de los rascacielos, tal y como bautizaron al talentoso arquitecto que marcó hitos en la construcción de Estados Unidos y quien nació en Cuba debido a que sus padres de origen lituano emigraron a la isla caribeña en la época de la revolución rusa,  es sin embargo desconocido por el gran porcentaje de los miles de visitantes que caminan por la cosmopolita ciudad de Nueva York y admiran asombrados los enormes edificios  y no saben que muchos de esas edificaciones surgieron gracias a su ingenio y talento 

Sobre Seinuk,dijo en el 2004 la publicación especializada “Real Estate Semanal” que circula en Nueva York: “ No se puede caminar por las calles de Manhattan sin ver un edificio que el famoso ingeniero estructural Ysrael Seinuk no haya tocado” La historia de este hombre que llegó a Estados Unidos en la década de los años 60, solo con su regla de dibujo, unos pocos dólares en el bolsillo y todas las ganas enormes de avanzar es similar a la de otros emprendedores triunfadores, quienes mantienen la perseverancia, superación y  autodisciplina como elementos emblemáticos dentro de sus vidas.

 Nacido en 1931, fue el hijo único de Jaime y Sara Seinuk. Estudió en la Universidad de La Habana y terminó allí sus estudios en 1954. Al tomar el poder Fidel Castro se marchó de la isla hacia Nueva York. Antes de llegar a Estados Unidos, Seinuk  aprendió en la isla  la técnica que se  le consideró una autoridad: el hormigón armado en la construcción de altas edificaciones, lo cual posibilita construirlas sin hacer bases más anchas.

 Esa técnica se utilizó en Cuba en la década de los 40 , antes incluso que en  los propios Estados Unidos donde se edificaban esas construcciones con acero. En una entrevista el talentoso cubano afirmaba: “Cuando yo llegué a los Estados Unidos en el año ’60 -estoy hablando de casi dos décadas después- todavía no se usaba en Nueva York ese tipo de hormigones. Se consideraba que un edificio de hormigón de 16 pisos ya era alto.  Cuando yo me fui de Cuba, dejé en el papel, y empezándose a construir, que nunca se terminó, dos edificios de 50 pisos. Uno soportado en cuatro columnas, que fue una idea que yo avancé y que llamé mega estructura”

 La catedrática en la  escuela de arquitectura “Cooper Union”, Elizabeth O’Donnell lo nombró “como la persona que trajo el hormigón arado a la ciudad de Nueva York, una ciudad donde sus rascacielos fueron estructurados en acero”. Entre las edificaciones altas que salieron de las manos de Seynuk se encuentran el llamado Lápiz Labial (Johnson), el “Centro Time Warner”, el  “Trump World Tower” y la “Torre Hearst”, el edificio de “4 Times Square”, la “Bolsa Mercantil de Nueva York”, El “Arthur Ashe Stadium”, la “Torre Chapultepec” de México el “Museum of the Jewish Heritage”. Remodeló la Estación Central de Nueva York, dirigió el levantamiento de la torre “0-14” de Dubai, otra obra singular y compleja y el “Performing Adrienne Arsht Center” de Miami, entre otras grandes obras donde dejó la huella de su talento.

 En 1969 comenzó su carrera académica como profesor de la Escuela de Arquitectura “Irwin S. Chanin”, de Nueva York, donde fue decano interino de Arquitectura. A su muerte dirigía el Departamento Estructural de esa escuela.  Ya en el año 1977 creó su propia compañía que llevó su nombre. Recibió más de 60 premios de excelencia por su contribución profesional; en el 2005 fue nombrado por la revista Time como uno de 25 hispanos más influyentes de los Estados Unidos. Fue el único ingeniero estadounidense invitado por la Institución de Ingenieros Estructurales de Gran Bretaña  para participar en la publicación de estándares para el diseño de rascacielos en la Unión Europea después del 11 de septiembre del 2001.

 El  afamado constructor falleció el 14 de septiembre del 2010 pero le sobrevive su  magnífica obra espectacular que cualquiera que camine por las calles de Nueva York encontrará de inmediato. Esas construcciones que el antes de hacerlas las escuchó como dijo en una entrevista: “A mí me gusta decir: cuando uno está haciendo una construcción, un puente, un edificio, uno tiene uno tiene que aprender a escuchar, a oír lo que el edificio, el puente quieren ser. Cada edificio tiene sus características. Si uno no llega a poder oír cómo el edificio quiere ser, cómo el edificio quiere funcionar, creo que uno no hará un diseño que sea elegante, económico, o exitoso”., dijo.

 Seynuk nunca regresó a su patria, sin embargo para la historia de la construcción es el cubano de los rascacielos y en sin dudas  ejemplo del espíritu emprendedor de los hispanos en Estados Unidos.