El coreano más rico de Japón se llama justicia.

Sus historiadores aseguran que el área de los negocios siempre le fue atractiva al pequeño Son , quien en su etapa de adolescente, luego de insistir por diferentes medios, consiguió entrevistarse con el máximo responsable de Mc Donald en Japón, Den Fujita, a quien admiraba casi con adoración.  Fujita lo recibió de manera cortes y le aconsejó que fuera a estudiar a Estados Unidos.

Ni corto, ni perezoso siguió la recomendación del magnate de las hamburguesas japonesas y apoyado por familiares viajó a los Estados Unidos para estudiar  la secundaria en San Francisco, California. Al terminar ingresó en la Universidad de Berkeley donde matriculó economía y ciencias de la computación. Desde un principio la tecnología lo atrajo con fuerza y en esa rama comprendió que estaba la riqueza. Así innovó  para consolidar una patente sobre un dispositivo de traducción,  el cual vendió a “Sharp Electronics”  por un millón de dólares.

Al regresar a su país adoptivo llevaba en las manos la distribución exclusiva de Windows en japonés, recurso que  lo colocó en la fila del éxito.  Poco tiempo después fundó “SoftBank” en Tokio, donde desarrolla numerosos programas informáticos y publica revistas enfocadas en temas relacionados con las computadoras.

La innovación en “Softbank” no  fue solo digital sino comercial, ya que su estrategia fue  regalar teléfonos celulares de tercera generación a todo cliente que firmara contrato con ellos por dos años. Además de aliarse con Apple para regalar Ipods y ganar por la venta de música en formato digital para esos dispositivos.

 Masayoshi Son dedicó la siguiente década a construir un imperio de medios y telecomunicaciones. En los años 90, SoftBank se convierte en una empresa de corretaje y se impone como el primer proveedor de televisión satelital de Japón. El hombre de negocios japonés logra convencer a “Yahoo”  para dejarlo lanzar un programa de manera independiente, lo que  volvería a “Yahoo Japan” como el motor de búsqueda más importante en esa isla asiática.

Después del ingreso a la bolsa de “SoftBank” en 1995, Masayoshi Son se vuelve multimillonario de la noche a la mañana. Durante los  años siguientes usa el dinero ganado para agrandar su imperio y apuesta todos sus valores sobre la burbuja de Internet. En 1999 “SoftBank” es una de las empresas de tecnología de Internet más grande del mundo. 

Las inversiones del magnate, ya naturalizado japonés en 1990, parecen ser buenas y la capitalización bursátil de “SoftBank” alcanza los 180 mil millones de dólares. Masayoshi Son posee el 42 por ciento de cuotas de mercado de “SoftBank” que le garantiza una fortuna personal de 76 mil millones de dólares. El 10 de marzo del 2000, el Nasdaq  alcanza su punto más elevado de la historia con 5048 dólares, doblando su valor con respecto al año anterior.

Sin embargo un año después el Nasdaq pierde 76 por ciento de su valor y solamente vale 1200 dólares y las inversiones, del hasta entonces exitoso Mayasoshi, se desplomaron. “SoftBank” pierde un 98 por ciento y su valor cae desde los 180 mil millones a solo 2.5 mil millones de dólares. Cuando se disipa el humo del desastre la suma que perdió en ese momento Masayoshi Son ascendió a 75 mil millones de dólares.

Cualquiera se habría desanimado con ese nefasto resultado, pero Son  se mantuvo firme con el dinero que  le quedaba y sus participaciones en “Yahoo Japón” y “Alibaba” lo mantuvieron a flote. Nunca dejó de creer en el desarrollo de los negocios por Internet y esa perseverancia lo colocó, luego de la salida de Alibaba a la bolsa, en el hombre más rico de Japón con una fortuna personal de 16 mil 600 millones de dólares.

Son desarrolla un programa educativo para sus gerentes llamado “Academia Softbank” donde capacita en las mejores universidades del mundo a sus ejecutivos. Es  además conocido por ser uno de los mayores filántropos del planeta. Donó 120 millones de dólares para ayudar a los damnificados del terremoto en Japón. Después de la tragedia de Fukushima, y en forma muy visionaria, construye la más grande planta de energía eólica y solar del planeta

Hoy en día  “Softbank” es una de las líderes tecnológicas  del escenario japonés y en el mundo,  resultado nada mal para una muchacho coreano que a golpe de voluntad y visión ascendió en los negocios sin perder nunca la confianza y siempre tratando de cumplir con su nombre en japonés de Masayoshi, que significa en ese idioma, justicia.